"Que alguien te diga que te quiere puede ser bueno o malo, eso según. Por ejemplo, si la tercera vez que te acuestas con un chico que te gusta mucho te dice 'te quiero', eso es bueno. Pero si tú le dices a ese mismo chico 'te quiero' y él te responde 'yo te quiero mucho', eso es malo. La clave está en el 'mucho', así pues, por increíble que parezca, 'te quiero' es más grande y más profundo que 'te quiero mucho'. Es una curiosa paradoja del idioma."
Juan Pardo Vidal, La luz de la mesita de noche
ay, qué poca atención a mi blog
ResponderEliminar;-P
y no soy un robot, no.
La paradoja de cuantificar lo absoluto e infinito, ya. ¿Se puede querer poquito? pues eso.
ResponderEliminarBesos.Lenteja
no es poca atención, Chi, es homenaje y sendas paralelas ;-)
ResponderEliminarsí, Lenteja, se puede querer poquito.
Me has hecho sonreir y recordar. Fíjate, ese "te quiero mucho" fue la luz del faro que me advirtió de que una parte del barco o el barco entero hacía aguas. Vamos, que me quería poquito. O nada. Y de eso ya hace años, sí. Mucho antes de que lo escribiera Pardo Vidal.
ResponderEliminar:)
De acuerdo con Arpo...se puede querer un poquito.
ResponderEliminarPD palabra clave ediobse...me suena a conjuro de Harry Potter
:-)
Pero incluso eso es mejor que nada.
ResponderEliminarabsolutamente de acuerdo. También existen paradojas con respecto a "eres un encanto".
ResponderEliminarPrófuga.
por cierto, esta entrada me recuerda a una película que vi hace poco, cuyo nombre no quiero acordarme (horror), pero con algún diálogo interesante, en el que una amante preguntaba-suplicaba: "me quieres, aunque sea mucho?"
ResponderEliminarprófuga otra vez