23 febrero 2014
21 febrero 2014
"Cuando regresó [José Bergamín] definitivamente a España, tras un exilio que se prolongó hasta 1970, alquiló un modesto ático sin ascensor en la plaza de Oriente, al que subía a diario recitando un soneto. Repartía los catorce endecasílabos entre los escalones y descansillos de modo que el último verso coincidía con el momento exacto en que giraba la llave y abría la puerta. El soneto era siempre distinto, y causaba admiración su excelente memoria, capaz de recordar miles de versos, y rostros, e imágenes de infancia."
Jesús Marchamalo, 39 escritores y medio
Jesús Marchamalo, 39 escritores y medio
18 febrero 2014
12 febrero 2014
(no me gusta la poesía recitada, leída, cantada, hablada...)
Si leo mis poemas en público
le quito su único sentido a la poesía:
hacer que mis palabras sean tu voz.
José Emilio Pacheco
le quito su único sentido a la poesía:
hacer que mis palabras sean tu voz.
José Emilio Pacheco