05 enero 2013

cómo dejar pasar una noche de Reyes
sin roscón
aunque nunca me toque la sorpresa.

10 comentarios:

  1. Así te ahorras las frutas confitadas...

    ResponderEliminar
  2. (he de confesar que no entiendo muy bien lo que he escrito. y creo que ahora leo lo contrario de lo que he querido decir, ay.)

    ResponderEliminar
  3. En una noche como esta, no tener roscón es im-per-do-na-ble.
    (Porque sé que no te quedarán galletitas ni bizcocho, además)
    Besos.Lenteja

    ResponderEliminar
  4. Los párrafos son rebaños de palabras. También a mí se me espantan muchas veces y tengo que ir por ellas para devolverlas al redil.

    ResponderEliminar
  5. pero es que sí te ha tocado la sorpresa!
    ;-P

    ResponderEliminar
  6. Guárdame un trocito, que yo no tengo!!

    Bueno, si te lo comes me basta con que luego me cuentes lo bueno que estaba.

    Y en qué quedamos...sorpresa si o no?

    ResponderEliminar
  7. Es peor mi caso. A mí nunca me toca sorpresa en el roscón, pero acabo pagándolo yo. Grrrr.

    ResponderEliminar
  8. Demasiada tentación. A pesar de la decepción anunciada.
    prófuga.

    ResponderEliminar
  9. Cómo que no te ha tocado nunca la sorpresa? Y el medio quilo más que tienes a la mañana siguiente en la báscula, ¿qué es?. ;) A mí tampoco me ha tocado la sorpresa, y decidí que ya no me gusta el roscón.

    ResponderEliminar

anzuelos