24 julio 2017

"La misteriosa sentencia, por inacabada y porque se desconoce su origen, Et in Arcadia ego, es un memento mori, una advertencia sobre la fugacidad de la vida. Que se tenga noticia, apareció por primera vez en un cuadro del Guercino en 1623. (...)
El poeta Teócrito, nacido en Siracusa alrededor del año 300 antes de Cristo, fue el iniciador de este poderoso ideal poético que perdura hasta nuestros días: el mito de la Arcadia. (...)
La Arcadia de la Antigüedad era, en cambio, una región agreste y montañosa de Grecia, abundante en lobos y en la que sus habitantes llevaban una existencia aislada y precaria. Había un famoso templo dedicado a Apolo Licio o Lykeion, es decir Apolo de los Lobos. Según la tradición, los adolescentes eran abandonados a su suerte en dicho lugar para que sobrevivieran a la naturaleza y a las fieras, como rito de paso obligatorio para convertirse en adultos. De ahí proviene nuestra palabra liceo."


María Belmonte, Peregrinos de la belleza