21 enero 2016

Con mi permiso

Me permito vivir como quiera
porque esto, la vida,
es lo único realmente mío.
Me permito por tanto
tropezar las veces que sea necesario
y también vaguear,
tumbarme al sol y dejar que pase el tiempo
sin que nada pase.
Me permito también
adelgazar y engordar a mi antojo
puesto que este cuerpo es mío
y darle placer sin reproches.
Me permito amar y que me amen
sin ridículos límites
que edulcoran al amor
e intentar
aceptar el fin con valentía
sin miserables reproches,
pero si llegado el momento
me falla la entereza,
me permito convertirme en escarabajo
durante un tiempo determinado.
Me permito cambiar de opinión
sin sentirme culpable
ya que nada es estático.
Me permito además,
permanecer en la confusión del ser
en la intriga de las sombras
en esta interrogación constante.
Me lo permito
porque ya me cansé,
de apuñalarme a cada instante.


Sara Zapata, Palabras para salvarse 

[gracias, Patricia.]

4 comentarios:

sfer dijo...

uf...
cuánto que aprender a permitirme :-(

vizcayado dijo...

Tiendo a cargarme sobre los hombros lo propio y lo ajeno, pero Blanca siempre me disculpa, me libera, me exonera, fácil, inteligentemente.

selestar dijo...

¡Claro! Habría que tatuarse este poema en la mano, para no olvidarlo.

alicia dijo...

¡Uf! Gracias, Arpo y... [gracias, Patricia] ;-)