Por las noches veo desde mi ventana que el dique de este pequeño puerto atlántico no solamente contiene las olas, sino la completa negrura del mar. Nada hay más allá: ni una sola luz artificial, ni la palidez o el reflejo de la palidez de los mayores astros, que se mueven por el cielo a mis espaldas. Vivo en el límite de todo. Esa misma impresión me han dado las fotografías árticas de Evgenia Arbugaeva, pero en blanco.
9 comentarios:
¡Cuánta belleza! ¡Qué buen humor!...
Por las noches veo desde mi ventana que el dique de este pequeño puerto atlántico no solamente contiene las olas, sino la completa negrura del mar. Nada hay más allá: ni una sola luz artificial, ni la palidez o el reflejo de la palidez de los mayores astros, que se mueven por el cielo a mis espaldas. Vivo en el límite de todo. Esa misma impresión me han dado las fotografías árticas de Evgenia Arbugaeva, pero en blanco.
había visto en su día la serie del meteorólogo.
qué maravilla...
me encanta que las series de fotos se titulen "stories" :-)
Siempre he pensado que las naranjas se llevan muy bien con el mar. Saludos.
Confieso avergonzado que no conocía nada de estas fotos...
Ahora mismo me pongo al día... Me encantan esas fotos que cuentan una historia sin una sola palabra, mira que es complicado
Gracias
:B
Bl
B.
Aquí sigo.
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