20 noviembre 2014

Maquinaria vacía

Piensan las gaviotas en su azul inabarcable,
que la sombra sobre la arena del edificio
es el cadáver de una enorme ballena,
y esperan, esperan,
que se marchen los turistas
para descender a devorar
lo que no existe.


Rubén Tejerina

4 comentarios:

Glo dijo...

Se equivocó la paloma. Se equivocaba...

chris dijo...

joder... qué mal rollo me ha dado, uf!

Beauséant dijo...

pues sí da un poco de angustia... me ha encantado :)

la mujer del sombrero de ala ancha de caracol dijo...

Sabes Arponauta, Londres está lleno de gaviotas...