02 junio 2015

[devenir]

mil pequeñas cosas olvidadas y sin reseñar aquí o en otros cuadernos a lo largo de los meses implacables.
ayer encontré el primer mensaje anónimo que he recibido nunca en el buzón: "A todo cerdo le llega su San Martín", en rotulador fosforito naranja y sin faltas de ortografía. es ella, Carmen, la loca del coño que me acosa con virulencia desde hace años y que nunca descansa (en este momento llama y llama por teléfono, como si no hubiera un mañana). me impresionó la amenaza. no tengo miedo pero me dio mal rollo. y me sorprende ser tan importante para que alguien me dedique tanto tiempo.
la puerta de mi casa, el escalón, la ventana, el buzón, todo lleno de un único y repetido grafiti: EREDEROS [sic]
la loca analfabeta, la obsesa pertinaz, la niña que vivió en este espacio que ahora yo habito. pobre Carmen.
deseo su muerte, su desaparición.
también la mía.
esta casa pertenece a las arañas, sin duda.

4 comentarios:

Beauséant dijo...

No tengas prisa, las arañas tomaran posesión de su sitio cuando ya no quede nadie. Pueden esperar una eternidad, son arañas zen..

Glo dijo...

¿Después de tantos años no le han impuesto una multa? Hasta los locos y los borrachos se amarran los machos cuando les tocan la cartera... No digamos cuando les tocan las costillas.

Anónimo dijo...

veo mal: la puerta no tiene cerradura, da miedo

alicia dijo...

¿Todavía anda por ahí? ¡Joder! Un beso enorme, compañera.