"Las pequeñas penas proporcionan compañía. Te calientan los pies. En ‘Léxico familiar’ Natalia Ginzburg relata cómo su madre se queja de un extraño padecimiento, más sentimental que físico. «Tengo alquitranicia», dice. Se trata de una mezcla de melancolía, sensación de soledad y vago malestar de estómago. Bajo ese estado, una tarde la señora exclama: «¡Me aburro! ¡No me divierto! ¡No hay nada peor que aburrirse! ¡Si al menos tuviera una enfermedad bonita!»."
Juan Tallón
2 comentarios:
Esta entrada me ha hecho recordar las veladas neblinosas de tabaco, empapadas en alcohol, mojadas en tinta, y saturadas de soledad de Gloria Fuertes.
Cómo es esa canción??? No quiero más dramas en mi vida!! sólo comedias entretenidas!!
a cantar everybody!
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