"Koko, una gorila nacida en el zoo de San Francisco en 1971, domina hasta 1.000 palabras en la lengua de signos y parece poder comunicar emociones complejas como la tristeza (e incluso hacer bromas). Se describe a sí misma como 'una buena gorila-persona-animal'."
John Lloyd, John Mitchinson, El pequeño gran libro de la ignorancia (animal)
[traducción de Remedios Diéguez Diéguez]
8 comentarios:
Puedes encontrar vídeos de Koko en youtube. Robin Williams le hizo un par de visitas y congeniaron. Incluso llegaron a darle a Koko un gatito y lo estuvo cuidando. Por desgracia el gatito murió y Koko se quedó muy triste. Me impresionó mucho ver cómo hacía el gesto de llorar por la pérdida del peludín al que cuidaba...
Después de ver varios vídeos de Koko hace muchos meses, me quedé pensando en por qué la obligaron a aprender el lenguaje de los signos. Es decir, por qué nos empeñamos en que sean los animales los que se adapten a nosotros. Qué derecho tenemos a cambiarles la vida, a experimentar con ellos, a satisfacer nuestra curiosidad con sus capacidades?
Y después lees sobre la labor que hace el Instituto Jane Goodall, escuchas lo que esa mujer tiene que contarnos de todo lo que ha aprendido sobre los chimpancés y entiendes que podemos hacerlo muuuuucho mejor de cómo lo hemos hecho con Koko.
La ignorancia de ese pequeño gran libro me está poniendo ansioso
Algún día todo esto volverá a ser selva. ;-)
(Por cierto, ¿está Playa de Brazaville en tus estanterías? Me gustaría volver a leerlo).
nunca tuve ese libro, de hecho aún no lo he leído.
pero apareció hace poco La espuma de los días firmado por ti, y duplicado (tengo la misma edición).
(tengo que rebuscar más para devolverte tus libros olvidados.)
De la historia de Koko y el gatito hizo Anthony Browne un maravilloso álbum ilustrado. Aquí hay un escaneo un poco feo... nada comparado con tener el libro delante para leerlo, pero no me resisto a enlazar (http://es.slideshare.net/salalectura/cosita-linda).
Es una historia de la que deberíamos aprender mucho...
Para mi, Chris, el problema no es tanto como la obligación de aprender el lenguaje como que, a pesar de aprenderlo, no sepamos escucharlos y sigamos sin darnos cuenta que nosotros, la humanidad, solo somos un puñado de primates con ínfulas...
Es un verdadero problema que conduce a una tragedia como tantas (la tragedia es el enfrentamiento de posturas del mismo valor ético). Aún fue mucho más grave cuando había Neardenthales conviviendo con nosotros.
Beauséant.... muchas ínfulas y auténticos depredadores de este planeta. Duele
Publicar un comentario