12 septiembre 2019

(16 años sin ti)

Últimamente dedico horas y horas
a mirar a mi madre.
Su lentitud y su tesón
para buscar las gafas,
para buscar las llaves,
para buscar lo que necesita.
Aprendo el modo de buscarla a ella,
para cuando me falte.


Begoña Abad, Diez años de sol y edad (Antología 2006-2016)

[gracias, Vir.]

2 comentarios:

Beauséant dijo...

es como si el tiempo se detuviese a su alrededor... a veces, vas con prisas, tienes un mal día y quieres hacerlo todo rápido, te saca de quicio esa lentitud. Pero es hermoso a su manera decrepita y triste, es algo que, como dice Begoña, algún día perderemos y comprenderemos... en eso consiste la vida muchas veces, perder y comprender...

Glo dijo...

Este blog me hace recordar la lentitud de los caracoles: cuando te quieres dar cuenta han desaparecido de tu vista.