"(...) al lejano recuerdo, tal vez con dos o tres años, de un estudio fotográfico en el barrio de Maravillas de Madrid, cerca de la casa de su abuela. [Rosa Chacel] Recordaba vívidamente su llanto inconsolable, porque la cabeza del fotógrafo había desaparecido por completo engullida bajo el trapo negro, las fauces de aquel terrorífico animal de patas largas, articuladas, cabeza de madera y un único ojo oscuro y cristalino como el de un cíclope."
Jesús Marchamalo, 39 escritores y medio
1 comentario:
No sé por qué me viene a la cabeza el amante de Marguerite Duras niña.
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