06 julio 2012

qué fácil es quedarse


sigo robando sistemáticamente jazmines a un/a vecino/a desconocido/a cada vez que salgo a la calle (y no salgo todos los días). a veces los robo con Nico, la mayoría de las veces sola. los pongo flotando cual nenúfares en un cuenco que fabricó Camille. y por las noches, cuando la luz eléctrica me hace perder momentáneamente el poco sentido del sinsentido la casa se llena de olor de infancia, de veranos que no recuerdo, de mi madre y todas las flores que robó en su vida.
tengo heridas en los labios y cada sorbo de limonada escuece como fuego (fatuo).

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