hace un par de semanas me deshice de unas mariquitas de madera que beluga tenía dispersas (mediante un poco de masilla azul blu-tack) por toda la casa. y pensé en pegarlas en las puertas de alguno de mis vecinos; elegí algunos con niños pequeños, hay pocos en mi calle o yo no los conozco. ayer hice un seguimiento de mi acción y sólo una de las mariquitas permanecía debajo del timbre, donde yo la coloqué. me pregunto si les alegró, sorprendió, molestó o asustó encontrar un bichito rojo de madera al entrar en sus casas. la que permanece tiene una niña habitante, Paula, quizás sea ella la responsable de que aún siga ahí. quizá las otras salieron volando cual pinochos.
creo que incubo un virus. mi mandíbula está rígida, apenas puedo masticar. llevo la férula puesta todo el día. mi tripa sigue siendo el averno.
muchas veces he pensado que nunca sería periodista, ha llegado el momento de decirlo: creo que es una de las profesiones que más grima me dan. periodismo y misantropía conjugan mal.
he terminado el último libro de Zadie Smith (gracias, Chris :-). qué lista y qué guapa es Zadie.
han quemado mis archipiélagos aunque aún quedan restos de islas.
me da por pensar por qué triunfó Freud en su tiempo, cómo se instaló el psicoanálisis en los rincones de la burguesía centroeuropea, una doctrina tan subversiva en su momento.
y descubro que hay muchas cosas que sólo sé hacer en una pantalla, jugar al mahjong, por ejemplo. leer en un ebook no está entre ellas: sigo resistiéndome a encender el que me regaló mi padre, me repele la idea de leer en ese aparato, ¿cuánto tardaré en vencer esta repulsión?
y de repente me tropiezo con música que aún conserva intacto todo su poder evocador.
(mi defectuosa ataraxia alcanza cotas químicas insospechadas, día a día, acumulándose.)
10 comentarios:
oh! vuelven los textos largos, me gusta.
:-)
Molan los experimentos vecinales que haces. Creo que si les dejaras además de mariquitas un par de tapones para no tener que oir el taconeos de la bailaora te lo agradecerían infinito :-)
Y sobre el periodismo... qué decirte... existe una clase de periodismo imparcial, serio y honesto... el que practicaban mis abuelos, mis padres, el que incluso hubiera practicado yo, que poco tiene que ver con lo que se ve hoy en día. Tú que eres tan puntillosa con el lenguaje, quizá deberías referirte mejor a las empresas periodísticas llenas de intereses y que no dejan de ser empresas, en el peor sentido de la palabra.
Las afueras están plagadas de niños. Aquí las mariquitas hubieran tenido otras vidas.
Me gusta mucho la versión que Kamakawiwo hace de la canción. Gracias por traerla.
Coincido con shichimi. Qué gusto leerte en largo.
Un abrazo.
Mis hijos adoran las mariquitas. Me pregunto qué habrían hecho si se hubiesen encontrado una de madera pegada bajo nuestro timbre... Probablemente, ella la habría metido en casa para cuidarla y que no tuviese frío; él la habría dejado donde estaba porque ese sería el sitio que la mariquita eligió.
Pero, lo que sí que es seguro es que un mundo de fantasía habría llegado hasta nuestro timbre y la mariquita tendría un nombre, una historia...
Me parece un gran regalo.
¡Qué suerte tienen los niños de tu escalera!
Afortunados vecinit@s... y sí, la canción es una flecha dulce.
Besos.Lenteja
hay muchos adultos con miedo a ser niños, supongo que no están muy convencidos del lugar hacia donde llevan sus vidas...
lo del ebook, te lo recomiendo, puedes leer tomos inmensos sin dolores de codo ;)
Yo también me encontraba un poco resistente a los e-books, pero luego me di cuenta que sincronizando con el móvil, no necesito llevar siempre un libro en el bolso, lo que a veces se hace muy incomodo... Pero solamente por esa razón voy intercalando virtuales y reales, porque el olor de un libro es insubstituible!
Primero fueron los cuentos de abuela. Los libros sólo existen desde hace unos pocos miles de años. No los echaré de menos.
Para mariquita simpática y con carácter, recomiendo a Gaston, "the ladybird":
http://www.youtube.com/watch?v=AB2ZfHWuO8o
Que sepas que eres una excéntrica:)
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