Sé paciente y fuerte;
algún día este dolor te será útil.
Ovidio
llevo meses pergeñando (qué palabra fea) entradas para este blog en mi cabeza, y ahí se han quedado.
he tocado fondo: por primera vez en mi vida (si descontamos aquel accidente de coche) he pensado que iba a morir. sé que una persona quejica, victimista y melancólica como yo tiene en general poca credibilidad. pero yo sé lo que he vivido, yo sí me creo.
la química de nuevo al rescate, bendita seas por siempre.
y me quedan retazos de cosas hermosas que sucedieron en la negrura: un libro que Juanjo dejó en mi buzón al no encontrarme en casa junto a unas semillas de lulo, alguna tarde sin dolor y con endorfinas en forma de caricias, una chaise longue sin parangón en mi casa de acogida, 8 kg menos que hicieron que cupiera durante algunas semanas en ropa olvidada, las maravillosas vistas de la biblioteca Luis Rosales en un atardecer con nubes gloriosas en Carabanchel Alto e imaginar que vivo en ese barrio, todo el amor de Chris, de mis amigas, sus cuidados, sus desvelos, sus comidas, sus abrazos, un dottore atento y cuidadoso que no me abandona...
(gracias por creer en mí, gracias a todas/os.)
llueve, oigo el mirlo, sé que los vencejos sobrevuelan mi patio, sé que saldré de esta, quizás salga para siempre, quizás salga sólo unos meses, qué más da: sólo existe hoy.