28 octubre 2014
24 octubre 2014
Un cuervo en la ventana de Raymond Carver
para Erika
Nadie se posa en el alféizar —son veintiocho años
de espacio adolescente—,
pero qué ocurriría si el pájaro sobre el que he leído
en todos los poemas
se colara por el patio de luces y asomara
por el alféizar de mis veintiocho años,
un pájaro
mi habitación adolescente.
Y qué ocurriría si yo escribiese aún
—si me preguntan, respondo que ya no—
y un pájaro cualquiera, ninguno de los pájaros sobre
los que haya leído en todos los poemas,
un cuervo o una de las palomas negras que asoman en la oficina,
interrumpiese en la escritura
como el que se posó en la ventana de Carver.
¿Ganaría su lugar en el poema?
¿Dejaría de ser pájaro?
Alza el vuelo. Ya no hay
habitación en el alféizar.
Elena Medel, Chatterton
Etiquetas:
animal,
Elena Medel,
literatura,
Raymond Carver
21 octubre 2014
"Por esos días empezó mi enfermedad. La enfermedad que me aquejaría desde entonces hasta hoy. Dolores de cabeza. Náuseas súbitas. Taquicardia. El mareo, semejante al que me sobrevino en la cima de la columna de lava en la isla de James. Repentinos pánicos sin aparente razón, pánicos por nada.
Un síndrome, una estampida de dolores y terror, que me asaltaba agregando sus síntomas en desorden, y me hacía moverme de mi escritorio palpando las paredes para no caer de rodillas, o me asaltaba mientras caminaba entre los árboles del parque y me hacía buscar, tambaleándome de un tronco a otro, la banca más cercana para no derrumbarme como un pordiosero en el pasto.
Emma opinó que yo era un hipocondríaco. Luego me concedió que tal vez un insecto me había mordido durante mi viaje en el Beagle, tal vez en tierras tropicales, y me había infectado la sangre de una enfermedad latente, que apenas ahora afloraba.
Luego de auscultarme en su consultorio, el médico me diagnosticó como neurasténico. Una forma elegante de decir: No sé qué demonios aqueja al paciente. Y me recetó compresas frías en la frente y baños con hielo en el agua y otra serie de placebos que usé, sin efecto.
Emma sugirió entonces que fuéramos a un clérigo exorcista, para que me sacara a Satanás del cuerpo. Preferí ser neurasténico."
Sabina Berman, El dios de Darwin
Etiquetas:
Charles Darwin,
literatura,
Sabina Berman
16 octubre 2014
13 octubre 2014
09 octubre 2014
(gris)
More than ever my thoughts are blinded
By the way we all see
And all of always being forced to live through
The things we rarely deserve
And all these things you came to rescue me
Despite all that I have done
You rescued me
From me
And all these things you came to rescue me
Despite all that I have done
You rescued me
From me
By the way we all see
And all of always being forced to live through
The things we rarely deserve
And all these things you came to rescue me
Despite all that I have done
You rescued me
From me
And all these things you came to rescue me
Despite all that I have done
You rescued me
From me
Micah P. Hinson, The Day The Volume Won
07 octubre 2014
Suscribirse a:
Entradas (Atom)