14 junio 2013

(así me siento: sin bolsillos)

"Como no le gustaba estrenar ropa, [Pío Baroja] usaba la que retiraban sus sobrinos. Una vez, Julio Caro le regaló un abrigo suyo, casi nuevo. A don Pío le quedaba tan largo que, sin encomendarse, cogió unas tijeras y le metió un trasquilón al dobladillo, sin darse cuenta de que al tiempo cortaba los bolsillos y el forro. Durante días, de aquel gabán amputado y sin muñón caían caramelos, papeles, pañuelos y castañas hasta que consiguió acordarse de que había dejado los bolsillos fuera de uso."


Jesús Marchamalo, 39 escritores y medio

4 comentarios:

chris dijo...

Y si te pones tu camiseta nueva?

;-)

cereza dijo...

Oye, si necesitas aguja e hilo para remendar el abrigo por aquí tenemos.
Animate! No será costoso en absoluto!

Unknown dijo...

y el belcro...

Glo dijo...

Me gusta mucho la idea que me he hecho de Baroja. Su biografía y su obra me ha servido siempre de historia.