26 junio 2013

(de hoy no pasa que vuelva a tener mesa mi patio)

(...)

(Sé muy bien que en la infancia de todo el mundo hubo un jardín,
particular o público, o del vecino.
Sé muy bien que el que jugáramos era lo propio de él.
Y que la tristeza es de hoy.)

(...)

Álvaro de Campos
(robado de aquí, gracias Ali.)

4 comentarios:

Unknown dijo...

¡Ay, los jardines...! Besos.

chris dijo...

No hay que dejar de disfrutar en los jardines o los patios. Hacer pompas de jabón, jugar un rumy, pintar mandalas, tumbarse a leer placidamente... incluso se pueden hacer maquetas!

Cuando te olvidas de todo lo positivo que te aporta un lugar cedes espacio a la tristeza y esta le gana a la vida. No la dejes.

Glo dijo...

En mi infancia hubo dos jardines. No eran el del bien y el del mal, sino el feo y el bonito. En cuanto a la tristeza, existía entonces y existe hoy.

Carol Blenk dijo...

En mi infancia no había ningún jardín y tampoco he salido tan mal :)