23 enero 2016

"Hizo incluso un leve gesto con la cabeza, como cuando respondía a una reverencia, pero descubrí que estaba mirando un alto fresno que crecía justo al otro lado de un cercado.
-Sabía que le iría bien -afirmó complacida a medida que nos alejábamos-. La última vez que pasé por aquí, lo vi mustio y decaído. A veces los árboles adultos se ponen así, igual que la gente, pero después se animan y extienden sus raíces a nuevos terrenos para empezar con más fuerza. Los fresnos son propensos a pasar por períodos mustios, no tienen la determinación de otros árboles."


Sarah Orne Jewett, La tierra de los abetos puntiagudos
[traducción de Raquel G. Rojas]

2 comentarios:

Glo dijo...

Mmmm... Los fresnos que yo conozco no experimentan esos decaimientos. Habría que revisar esa traducción... :)

alicia dijo...

Se lo paso a la Marisina... Fresno ahora mismo. Besos