ceno tres cañas y un
croissant que encuentro perdido en mi bolso verde de regreso a casa, tarde, muy tarde, noche oscura llena de luces, cómo si no en esta
ciudaz.
regalo mi
boli pop de cuatro colores a
bk por ser tan linda. invito a un desconocido vasco-gallego afable a dormir en mi casa cuando vuelva a Madriz y prometo usar mis influencias para conseguirle una
piedra de fieltro de la domadora de piedras.
no me gusta la noche. y me pierdo las mañanas porque no me quiero levantar.
borracha con tres cervezas. suficiente para teclear sólo con un dedo.
bk me cuenta que la solución a mi pezón invertido es un piercing. le digo:
todo lo bello es asimétrico. mi pasmosa facilidad para hablar con extraños.
una vez más descubro que no tener facebook me excluye de alguna o de todas las maneras.
un desconocido me cuenta que dejó de leer mi blog por obsesiva. Ana Pérez Cañamares me pide que le escriba un mail sobre el triptófano. Federico del Barrio se escapa antes de que me entere de que ese hombre de pelo blanco y leonino era él, Federico.
hay muchas frases últimamente que me rondan la cabeza, hablo con tanta gente cada día. la mujer
metaforista se dijo una mañana:
yo no quiero morirme así. y cambió de vida.
bk lleva una tuerca diminuta colgada al lado de una perla en su cuello. yo llevo una grande y brillante en el llavero-de-una-sola-llave de mi casa, restos del naufragio, regalo de beluga.
intento beber más de un litro de agua para que mañana no me duela la cabeza.
al fin, después de once horas me quito los zapatos,
sin duda el mejor momento de cada día.