Oh soledad, si debo vivir contigo que no sea
entre un montón enmarañado de edificios
sombríos (...)
O solitude! if I must with thee dwell,
let it not be among the jumbled heap
of murky buildings (...)
entre un montón enmarañado de edificios
sombríos (...)
O solitude! if I must with thee dwell,
let it not be among the jumbled heap
of murky buildings (...)
John Keats
no me da la vida.qué expresión rara y tan expresiva. no es gratuito que yo presuma de no estar hecha para este mundo (?), de vivir cada día más al margen ―quizás al margen de mí misma―, de hacerme cada vez más inútil e inadaptada.
y sin embargo me defiendo. trabajar de nuevo es agotador, mi cuerpo se cansa y mucho pero lo peor es el ruido mental continuo.
es todo tan raro. siempre ha sido tan raro. no sé por qué no deja de sorprenderme el habitual transcurso de la existencia.
(añoro el silencio del otoño lejos de esta ciudad.)
2 comentarios:
El mejor silencio del otoño es cuando sólo escuchas a tus zapatillas pisando hojas secas.
El habitual transcurso de la existencia...no creo que exista eso...para mí nunca es habitual...cuando creo que un día es igual a otro me sorprende la vida con mil cosas que no esperaba...
Cuesta mucho reincorporarse al mercado laboral. Estuve muchos meses practicamente sola en casa... Tuve la suerte de que las visitas bolloblogueras me fueron habituando a ese ruido mental que comentas y cuando al cabo de un año me reincorporé me resultó más o menos fácil. Eso si...yo me dormía en mi puesto de trabajo...
:-)
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